Causantes fisiológicos:
- Deshidratación: a veces se manifiesta como una urgencia de ingerir alimentos.
- Carencias de algún nutriente: de macro o micro nutrientes.
- Ciclos hormonales: durante la etapa premenstrual, el embarazo, y la menopausia, los valores fluctuantes de estrógeno y progesterona pueden causarlos.
- Desbalances del yin/ yan: Según la medicina china( debe haber un equilibrio entre el consumo de alimentos yang ( carnes rojas , granos, pescados, quesos, aves, huevos y sal) y de alimentos yin ( alcohol químicos, azúcar, café, miel, especies, lácteos, aceites, verduras, frutos secos, veg. fermentados, veg. de hoja y vegetales de mar). Si hay un desequilibrio y predomina los de un grupo , nuestros instinto nos pedirá comer desesperadamente los otro para equilibrarlo.
Causas emocionales:
- El estilo de vida. La insatisfacción en el plano sentimental social, laboral, el aburrimiento, el estrés conducen a la alimentación emocional.
- Recuerdos del pasado. A veces los atracones consisten en alimentos con una connotación simbólica en nuestras vidas. ( alimentos de la infancia, alimentos propios de la familia, etc)
Estrategias:
- Llevar un diario alimentario , poner especial atención a cuando sufrimos los atracones: ¿suceden antes del estrés?¿ ante la soledad? cunado recibimos una buena noticia o mala? ¿Ante discusiones? ¿Aburrimiento?, ¿Cuándo nos relajamos de una semana o jornada conflictiva?
- ¿Qué alimentos solemos comer en estos momentos? elegimos alimentos dulce, salados, amargos, astringentes?
Una vez que identificamos el posible porque y el cuando, podemos prever los momentos en los que mas predispuestos a que estos episodios se desencadenen :
Algunos tips:
- Si dedujiste que son causa de una insatisfacción en el plano social , sentimental, emocional, debemos buscar ayuda para resolver este problema. Se puede realizar una interconsulta con un Lic. en psicología.
- Si recurrís a atracones como forma de liberar estrés, deberíamos buscar otras actividades : como meditación, yoga o actividad física .
- Revisa tus hábitos alimentarios permanentemente y siempre saca una reflexión al final del día.